domingo, 12 de febrero de 2017

ENTERATE: CHINA SIMULA EJERCICIOS MILITARES con "MISILES BALISTICOS" CONTRA OBJETIVOS de E.U ... en el extremo oriente.

Ayer en WotR, en este artículo, se publicó un interesante análisis sobre los ejercicios con misiles balísticos chinos atacando réplicas de bases americanas en Extremo Oriente. 
Las imágenes tienen algunos años, y al menos varias de ellas estaban disponibles en artículos como este del ausairpower, blogs, etc. 
En el análisis que Thomas Shugart hace en WotR queda claro cómo la Fuerza de Cohetes china está practicando el ataque preventivo contra el despliegue militar estadounidense en Extremo Oriente, ya que varias de las pruebas simulaban el ataque a destructores atracados en puerto. Las imágenes demuestran el alto grado de precisión que tienen los misiles balísticos chinos, con solo unos metros de error circular probable (CEP), algo que debería poner en cuarentena los análisis que minusvaloran la capacidad china de establecer una A2/AD en base a meras anécdotas de cierto material ligero.

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Como expliqué hace unas semanas en este artículo, una de las principales funciones de la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación es el de materializar una estrategia antiacceso contra EEUU, destruyendo sus grandes bases con ataques balísticos de saturación que las deje inoparables. Destruyendo, pistas, polvorines, depósitos de combustible, etc, los EEUU sencillamente no podrían operar en las áreas de posible conflicto que tendrán en los próximos años con China (Taiwán, mar del Sur de China, islas Ryukyu). Sin poder operar desde esas bases sus aviones cisterna, AWACS y bombarderos estratégicos, los EEUU quedarían en franca desventaja en el área de operaciones de las costas adyacentes chinas, por lo que perspectiva de que ese país pudiera ganar una guerra limitada a los estadounidenses ya no forma de la política ficción, sino que es algo factible. A continuación, las imágenes publicadas ayer en WotR.



Réplicas chinas de bases de EEUU, situadas en el “Area 51” del desierto de Gobi. 
Impacto de subminuciones antipista en réplica china de base norteamericana. 
A la derecha, depósitos de combustible de réplica. 
Avión de réplica simulando estar estacionado en plataforma aeroportuaria. 
Refugios y búnkers atacados con gran precisión en las bases réplica chinas. 
Ataques contra vehículos, posiblemente simulando baterías de misiles Patriot, THAAD, etc. 
Simulación de ataque contra destructores Arleight Burke atracados en puerto. 
La base naval de Yokosuka, objetivo probable en caso de conflicto a gran escala entre EEUU y China. Obsérvense los destructores en la izquierda de la imagen. 
Comparación de las dimensiones entre un destructor Arleigh Burke y los blancos chinos en las bases simuladas. 
Subestación eléctrica simulada, al no apreciarse cráteres podría indicar que se ha atacado con munición de grafito. 

Construir réplicas de objetivos que China tendrá que atacar en caso de desencadenarse alguna de las guerras probables del futuro, es una práctica extendida en sus fuerzas armadas. Por ejemplo, hace unos dos años, fue muy famoso cuando los chinos desvelaron las réplicas de varios puntos clave de Taiwán, como el palacio presidencia en Taipei, donde gravaron simulacros de asalto que causaron sensación. 



Ataque simulado chino a la réplica del palacio presidencial en Taipei. 

La Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación

La Fuerza de Cohetes china está compuesta por unos 100.000 militares, organizadas en por lo menos 28 brigadas, que están encuadradas en 6 bases o divisiones. Está dotada con por lo menos unos 1800 misiles de diferentes clases, entre balísticos de alcance corto e intercontinental y misiles de crucero de alcance medio. No obstante, el número de brigadas seguramente sea superior a 28, ya que en enero de 2017 se desveló el despliegue operativo de misiles DF-41, lo que indicaría la existencia de varias brigadas de las que antes no se tenía noticia, tal y como expliqué en este artículo. Ello rompería con la incógnita de que el Segundo Cuerpo de Artillería pasara a denominarse en 2016 Fuerza de Cohetes, elevándose al nivel de Ejército independiente, sin que se tuviese ninguna noticia en todo el año que hubiese algún cambio en su Orden de Batalla. Tal y como también he explicado en varias ocasiones, también el número de misiles probablemente sea superior a las estimaciones de algo menos de 2000, ya que las deducciones sobre el número de misiles de recarga por cada lanzador, no encaja con la gran importancia estratégica que se está dando en la Fuerza de Cohetes desde hace años. Aunque bien es cierto que la mayoría de análisis dejaron prácticamente constante el número de brigadas, lanzadores y misiles entre 2010 y 2016 (solamente algunas decenas de lanzadores de corto alcance extra), ello se debe a la falta de noticias oficiales chinas de que se estuviese ampliado el número de regimientos y brigadas de misiles. Pero la sorpresiva aparición de los DF-16 y DF-26 en el desfile del Día de la Victoria de septiembre de 2015, así como el que en enero de 2017 se anunciase que ya habían desplegadas de varias brigadas de DF-41, debe hacernos pensar que lo que ha ocurrido durante estos 7 años es que los chinos han estado desplegando en secreto brigadas, regimientos, compañías y recargas adicionales, sin que hubieran sido detectados.



Posible ubicación geográfica de las brigadas de la Fuerza de Cohetes según una estimación de 2015. 
Localización de las brigadas de la Fuerza de Cohetes en una estimación de 2010 (Fuente: CSBA). 

Hay que destacar los ataques simulados chinos contra réplicas de bases y material americano, incluye el ensayo de ataques a portaaviones con misiles balísticos. No hay que olvidar que en 2016, China hizo público en sus medios de comunicación la existencia de cabezas maniobrables para sus misiles balísticos DF-21 de alcanza medio. Dadas las dimensiones superiores del misil DF-26 (misil intermedio), dicha cabeza también podría instalarse en ese misil balístico, para poder hacer blanco potencialmente contra portaaviones americanos en la segunda cadena de islas (sin tener que usar misiles ICBM). Además, no hay que olvidar que aunque no se tenga aún noticia de que los chinos hayan hecho pruebas balísticas antibuque contra blancos en mar y en movimiento, los iraníes hace unos años construyeron una réplica de portaaviones clase Nimitz al que atacaron con misiles balísticos y siendo aquel un blanco en movimiento, ejercicios que bien podrían haber sido monitoreados por los chinos e incluso haber participado en ellos (esto último es solo especulación plausible).



Imágenes sobre un blanco que podría simular un portaaviones norteamericano en 2013. 
El ataque iraní contra réplica de portaaviones clase Nimitz en 2015.

“Defensa activa”, la doctrina china que podría llevar a un ataque preventivo y a una guerra por error de cálculo

China, con el tipo de material y maniobras que está realizando la Fuerza de Cohetes, sigue una estrategia asimétrica para contrarrestar la indudable superioridad material de la que aún gozan los EEUU. Dicha estrategia asimétrica se fundamenta en evitar un enfrentamiento directo de las fuerzas militares chinas contra las de EEUU: no se compite portaaviones por portaaviones, ni se diseña la estrategia y operaciones para enfrentamientos de un caza de superioridad aérea contra otro caza, sino que se buscan medios por los que impedir que la superioridad norteamericana tenga acceso a las bases de operaciones próximas al área de operaciones. Los analistas chinos saben que en caso que los EEUU pueda acumular grupos de portaaviones, municiones, combustible, aviación estratégica, etc, en las bases de Japón, las islas Marianas y Filipinas, el balance militar se inclinaría del lado americano. La principal preocupación de los analistas y estrategas chinos durante las últimas décadas, ha sido el de evitar el error de Sadam Hussein en 1990, que permitió que los norteamericanos acumularan una gran masa de maniobra con el que le derrotaron de forma aplastante en 1991.
Para evitar dicha acumulación superior de fuerza de EEUU, la única opción posible consiste no meramente en atacar las principales bases de operaciones, sino que, evidentemente, requiere que dichos ataques se hagan en las fases tempranas de dicho despliegue y acumulación de fuerzas, puede que incluso implicando la ejecución de ataques preventivos para abortar cualquier posibilidad norteamericana de desplegar fuerza. Tal enfoque estratégico anticipatorio y asimétrico por parte de China, se denomina en los documentos oficiales chinos como “disuasión activa” y “ganar guerras en condiciones de alta tecnología e información”. No obstante, en ellos no se hace mención directa y explícita a la ejecución de un ataque preventivo, sino que es en los papeles de los analistas chinos donde se lee que para evitar ser derrotados en una guerra simétrica, China debe actuar asimétrica y anticipadamente. La discusión entre los analistas chinos y los observadores occidentales, estriba en si ataques balísticos chinos a gran escala ocurrirían en la fase temprana del conflicto o si tendrían un carácter preventivo/anticipatorio, ya que la “disuasión activa” aunque es estratégicamente defensiva, operacionalmente es totalmente ofensiva.
Las continuas referencias al caso iraquí en 1990 no añaden más que oscurantismo, ya que si bien es cierto que el conflicto empezó en agosto de 1990, cuando Irak invadió Kuwait, la guerra con EEUU empezó en enero de 1991. Actuar durante el verano de 1990 contra la acumulación de fuerza militar norteamericana (como sugieren algunos analistas chinos, implica hacer un ataque preventivo. Llegados a este punto, lo que hay que preguntarse es si en caso de ocurrir una crisis entre los EEUU y China por algunas de las islas artificiales chinas en el mar del Sur de China (que la administración Trump amenaza con bloquear), podría haber riesgo de que finalmente se desencadenase ataque preventivo chino contra los objetivos clave norteamericanos en Extremo Oriente. Si hubiera un cara a cara militar como el de la Crisis de Cuba, en el que los estadounidenses además de bloquear la isla comenzaron a concentrar fuerza militar en el Sudeste de EEUU para la campaña aérea y la invasión de Cuba, los chinos podrían verse obligados a actuar ofensiva y preventivamente contra las bases americanas en Japón y las islas Marianas… o dejar escapar la oportunidad de ganar la guerra.
Este asunto es mucho más grave de lo que podría imaginarse, ya que no pocas guerras han estallado de manera “accidental” y error de cálculo durante situaciones prebélicas, sin que ninguno de los bandos quisiera inicialmente desencadenar las hostilidades. Es muy conocido el caso de la Primera Guerra Mundial, cuyo inicio fue provocado por la decisión de Rusia (después de una agónica deliberación de dos semanas por parte del Zar) de movilizar su ejército como forma de presionar al Imperio Austro-Húngaro no atacar a Serbia, desatando el mecanismo infernal de movilizaciones y planes militares, situación que escapó a todo control político y no dio margen para la negociación diplomática. La gestión de crisis de seguridad internacional, desde entonces, es un área de interés con nombre propio en los estudios estratégicos. Dado que la estrategia china de aproximación asimétrica y directa basada en misiles, es un mecanismo que da muy poco margen para la negociación diplomática podría darse un caso similar en caso de crisis en el mar del Sur de China.
Fuente.-GUILLERMO PULIDO/Ejercitos/Revista Digital de Armamento Politica de Defensa y Fuerzas Armadas.

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