martes, 28 de julio de 2015

MAS EVIDENCIAS: el EJERCITO "SI" DISPARO CONTRA NIÑOS en AQUILA...las pruebas "desplazan" a la "palabrería" oficial.


Siguen multiplicándose los indicios de que el Ejército Mexicano actuó de forma brutal e imprudente en la protesta del pasado 19 de julio en Aquila, Michoacán, donde tres menores de edad resultaron heridos por arma de fuego, al igual que otras tres personas que se encontraban en el lugar de los hechos, algunas de estas sin participar directamente de las acciones de protesta, que exigían la liberación del líder de las autodefensas Cemeí Verdía.
El periodista Luis Pablo Beauregard, del diario ElPaís de España, entrevistó a Delfino un joven de 17 años de edad, uno de los tres menores que fueron heridos de bala aquel día, aunque él sí sobrevivió y relata su testimonio, afirmando que vio directamente a miembros del Ejército Mexicano disparando en su contra, logrando herirlo en la pierna:
Fue el Ejército”, afirma con seguridad. “En el chaleco, en el pecho, decía Ejército mexicano”, narra.
No sólo eso, el adolecente, quien tendrá que vivir de por vida con una bala incrustada en su glúteo derecho, afirma que vio con claridad que fue el séptimo u octavo que empezó a tirar, corroborando que fueron varios miembros del ejército mexicano quienes dispararon, y no solo al aire como afirmó el titular de la Sedena.
El testimonio de Delfino, coincide también con lo que se pone de manifiesto en diversos videos que circulan en redes sociales; algunos de estos recopilados por la agencia Subversiones, donde se ve con claridad los momentos previos al conflicto, donde decenas de militares fuertemente armados, amedrentan a una población quese declara desarmada en el lugar y que simplemente exigen de manera pacífica la liberación de “una persona que está haciendo las cosas bien”, como aluden los pobladores visiblemente molestos por la detención del respetado líder comunitario.

En otro video difundido por PersonajesMéxico, se pone en evidencia que el Ejército se abre paso a la fuerza, ante el descontento de la población que les recrimina por la desproporcionada respuesta del Ejército Mexicano, mucho mayor que la realizada en búsqueda de grandes capos de la mafia.

También hay videos del momento de la balacera, donde se pone de manifiesto dos cosas importantes; la primera de ellas es el momento, pues sucede cuando los militares ya se van del lugar, esta cuestión es completamente atípica para echar balazos al aire, lo cual normalmente no se realiza antes de echarse a correr, a menos que sea para asesinar; también destaca la forma de los balazos, los cuales no parecen disparos aislados de advertencia, sino más bien violentas ráfagas de metralla encaminadas a agredir o conmocionar severamente a los presentes.

La agencia Subversiones también realiza una entrevista a la madre de Hidelberto, el niño que murió a consecuencia de las balas aparentemente disparadas por el Ejército mexicano; la señora, visiblemente devastada, argumenta con gran valor contra el estado mexicano, acusándolo de mentiroso y de no querer decir la verdad acerca del asesinato de su hijo, acerca de lo cual también está convencida de que fue el Ejército Mexicano.

Analistas como RodríguezNajera califican además como “una treta de las autoridades federales, incluidas las del Ejército mexicano”, la maniobra que realizaron para detener a Cemeí Verdía, usando la misma táctica que en el caso de José Mireles, lo cual consideró cuestionable también por tratarse de “un engaño”, orquestado por el Ejército Mexicano.
Por eso no sorprende la exoneración inmediata que el jefe del ejecutivo federal realizó de las fuerzas armadas, sin siquiera haber realizado las investigaciones; pues se trata de una íntima y ciega complicidad, de una táctica de estado que está siendo denunciada de forma cada vez más reiterada e insistente de parte de decenas de organismos locales e internacionales de Derechos Humanos, que califican la estrategia nacional como  “atropellos de lesa humanidad”.
Habrá que investigar también las averiguaciones de la procuraduría del estado de Michoacán, quienes también han exonerado a las fuerzas armadas, basándose en su presunta incapacidad para detectar el origen de las balas, algunas de las cuales determinaron también mantener intactas dentró de los cuerpos de los agredidos.

Fuente.-

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