Michelle Obama tiene alta aceptación entre estadounidenses no sólo por su carisma, sino por su apoyo a familias marginadas. En las redes sociales se ha sumado a campañas internacionales en beneficio de la mujer
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, es conocida como La Roca, por ser el centro de gravedad en su familia, por su postura inflexible en las decisiones y la fuerte influencia en el presidente Obama.
Desde sus tiempos estudiantiles Michelle es activista social. Al llegar a la Casa Blanca asumió —en los hechos—, la Secretaría Social. Tiene alta aceptación entre los estadounidenses no sólo por su carisma, sino por su apoyo a familias marginadas. A través de redes sociales se ha sumado a campañas internacionales en beneficio de la mujer.
La primera dama de El Salvador, Margarita Villalta de Sánchez, es directora presidenta de la junta directiva del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia. Es impulsora de iniciativas de desarrollo para la niñez, la juventud, las mujeres y adultos mayores. Dirige el programa de becas llamado “Construyendo Sueños” para jóvenes de escasos recursos.
La primera dama de Perú, Nadine Heredia Alarcón, asiste a reuniones nacionales e internacionales en las que no se acostumbra invitar a esposas de mandatarios —por no ser parte del protocolo—, y es la principal activista a favor de los pobres. Por eso ha confrontado de manera pública a colaboradores de su esposo, Ollanta Humala, y por increíble que resulte, sus niveles de aceptación están cuatro puntos arriba que su esposo.
La primera dama de Canadá, Sharon Johnson, es la mayor activista de la promoción social y artística de su país. Apoya al gobierno de Chile con la campaña “En Maipú todo Mejora”, destinada a prevenir el bullying homofóbico, el suicidio adolescente, el rechazo familiar y la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género.
La primera dama de Colombia, María Clemencia Rodríguez, es promotora de iniciativas para apoyar a la niñez de su país, entre ellas “Línea Lanza”, un programa de trabajo social donde “la Fuerza Pública” mantiene una red de asesoría social y psicológica profesional las 24 horas.
La primera dama de Guatemala, Rosa María Leal Flores, coordina las políticas públicas y los programas y proyectos destinados a la infancia, la niñez y adolescencia a través de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente. También está a cargo de la Secretaría de Bienestar Social.
La primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo Zambrana, es la vicepresidenta a la que el dictador Daniel Ortega delegó la vocería del gobierno —al estilo de Martha Sahagún en el gobierno de Fox—, y su poder e influencia son tales que todo el Estado obedece sus caprichos.
La primera dama de Venezuela, Cecilia Flores —motejada como La Primera Combatiente—, presume su influencia como asesora del dictador Nicolás Maduro. Por eso, pronto competirá con su esposo en la influencia mediática, al poner en marcha su propio programa de televisión, llamado “Con Cecilia en Familia”, donde mostrarán “la vida en la revolución bolivariana”, desde la óptica de las mujeres venezolanas.
Contrastes con la primera dama de México, perseguida por el escándalo. Al tiempo.
Fuente.-Ricardo Alemán/El Universal.
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