martes, 28 de octubre de 2014

!!! A Peña Nieto literalmente lo BAJARON del AVION !!! ....y del PAIS FICTICIO.

  • El avión presidencial llamado “Mexican Moment” de Enrique Peña Nieto, metafóricamente, fue derribado cuando apenas estaban diseñando su plan de vuelo.
Mexico,D.F 28/Oct/2014 Y aunque no tenía ni aeropuerto dónde resguardarlo ni siquiera una pista de despegue y aterrizaje. Fue similar, aunque lo nieguen, a la caída del país de las maravillas construido por Carlos Salinas de Gortari cuando, luego de una secuela de crímenes políticos y deslealtades de la “nomenclatura”,  irrumpió el EZLN para recordarle la realidad: la deuda social con los pueblos y comunidades indígenas. El azar y la casualidad imponen su lógica y la actual es quizá la peor crisis que se tenga desde la alternancia democrática.
Por esta razón es que se equivocan en Los Pinos se creen que la crisis sólo ha dañado a las izquierdas y que con la salida de Ángel Aguirre ya se solucionó la crisis y se atemperará la irritación social incendiada en Guerrero. En lo absoluto, el problema es para Enrique Peña Nieto, es el juicio histórico a él y la viabilidad de su gobierno lo que está registrándose.
La crisis de los desaparecidos en Iguala dibuja un gobierno descoordinado, sin ideas ni información de “inteligencia” para cuando menos saber si son o no 43 jóvenes desaparecidos, mucho menos saber dónde están y si están vivos o muertos. Muchos miran hacia el grupo  Hidalgo, representado por Osorio Chong y Murillo Karam como los responsables del más alto nivel por tener el control casi total de los aparatos de seguridad pública y de la procuración de justicia.
Puede que tengan razón. Los funcionarios de SEGOB andan anunciando desde el inicio de sexenio una “nueva política” de seguridad que los hace diferentes del sexenio de Calderón, que le han apostado más  a la “inteligencia” y a la prevención que al combate frontal a los cárteles del narcotráfico. Y digamos han caído las principales cabezas del cártel de Sinaloa, del CDG, de los “Zetas”, de los Beltrán Leyva, del cártel de Juárez, de los Arellano Félix. Pero la violencia sigue en las calles y las comunidades. El horror en Iguala, la gran fosa en Durango, el caso de San Fernando, el incremento de las extorsiones y secuestros, es decir, la cruda realidad han despertado a un gabinete que no ha sabido enfrentar las críticas de México y del exterior.
En junio pasado aquí escribí: ¿México en Paz? Pregunté dónde estaba el jefe de Gabinete, porque “la seguridad no es el único tema crítico. La política interna está mal, no sólo por la tardanza en el caso Michoacán, como también ocurre con Guerrero y Tamaulipas, sino también con la omisión a los casos similares de la clase política de Sonora, Sinaloa y Tabasco, donde las denuncias de los narcovínculos de autoridades están a la orden del día y en constantes denuncias ciudadanas”.
Para el equipo del grupo Hidalgo las cosas pueden estar muy mal, pero no escaparán el titular de Hacienda, el responsable de llevar a cabo el envío de recursos a las dependencias de seguridad. No ha salido a luz pública, pero hay un descontento en varias áreas de seguridad federal porque los recursos no llegan, los mandan a cuenta gotas o tienen plazas congeladas por lo que no han podido dar nuevas contrataciones a gente con experiencia probada. A nivel estatal las cosas están igual de mal o peor por la falta de recursos financieros que han imposibilitado el aterrizaje del “mando único” y la actualización de sus cuadros para aplicar el nuevo sistema penal acusatorio, desde agentes ministeriales hasta jueces y ministros, pasando por el cien por ciento corrupto cuerpo de ministerios públicos.
El escenario para fin de año es complicado en materia económica, y espérense a que se confirmen las malas perspectivas sobre el precio del petróleo y, por ende, del crecimiento para México.
En esta crisis se equivocan los del PRI y del PAN si creen que el gran afectado es el PRD. Sí, no cabe duda que luego de la protección que dieron a Aguirre Rivero y al enredo por la paternidad política de Abarca, será el partido más repudiado en el próximo proceso electoral. No hay más qué decir, sino sumarnos a quienes les exigen a los Chuchos renunciar a Carlos Navarrete y a evitar participar en la selección de candidatos en Guerrero. Claro, no se le puede pedir peras al olmo.
El PAN quiere lavarse la cara en esta crisis de Guerrero olvidando la protección que han dado a los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle, y  a su titular de Seguridad, “Tachundo” Rosas, como también al impresentable Guillermo Padrés Elías, quien debe estar contento que los ojos del mundo se fueron al sur y dejaron de lado el crimen ecológico de Minera México en su entidad.
Se olvida el PAN y Gustavo Madero cómo obligaron a Marcos Parra, entonces candidato del PAN a la gubernatura de Guerrero en 2011, a declinar a favor de Ángel Aguirre. Nos recuerda este hecho Pave Soberanes, que quien levantó la mano al ahora ex gobernador fue el mismo Gustavo Madero, luego de que pactaron esta alianza de facto los Chuchos Ortega y Zambrano, el senador panista Adrián Rivera y Juan Molinar, el mismo corresponsable de la tragedia de la Guardería ABC.

 Se equivocan Andrés Manuel López Obrador y su MORENA si creen que montándose sobre la tragedia de los desaparecidos de Ayotzinapa van a capitalizar electoralmente el descontento ciudadano a su favor. Porque para nadie cabe duda que el plan de acción de los lopezobradoristas está dirigido a conquistar el voto juvenil y universitario y con ello ganar algunas delegaciones políticas y diputaciones principalmente en el DF.
En noviembre de 2007, en su natal Tabasco, luego de que ocurriera la gran inundación que destrozó el 75% del territorio de aquella entidad y la peor devastación del cambio climático experimentada por comunidad alguna, Andrés Manuel y la entonces plana mayor del PRD en aquella entidad, buscaron sacar provecho de la crisis y montarse sobre los damnificados y sus demandas para ganar electoralmente algo. El resultado fue que en 2009 los tabasqueños les dieron la espalda y se llevaron serias derrotas, incluso, llegaron a quedar por atrás del PAN y del PVEM (si tres años después el granierismo les cedió todo a cambio de un pacto impunidad no cumplido, esa es otra historia).
Pero quizá, López Obrador y sus seguidores se equivocan de ruta. Hoy piden la renuncia de Enrique Peña Nieto, cuando fue el propio AMLO en dos ocasiones (1996 y 2009) cuando ha planteado a los presidentes de la República en turno llegar a pactos, a acuerdos de salvación nacional. ¿Por qué no ahora? Porque si alguien denostó al Pacto Por México fue él, él, quien en dos ocasiones fue el primero en pugnar por una figura política de este tipo y salir de la crisis.
Como he citado en otras ocasiones, vale la pena retomarlo ahora. En La Jornada del 3 de junio de 1996, Andrés Manuel publicó un artículo titulado: “La Defensa de las Instituciones y Rechazo a la Renuncia Presidencial”, donde planteaba que “desde el extranjero y vinculado a grupos políticos y económicos que traicionan al régimen, se prepara un proyecto para deponer al presidente Ernesto Zedillo”. Es decir, “un golpe de Estado” que pondría al país en una grave situación, por lo que llamaba a que el gobierno del presidente Zedillo tuviera “todo el apoyo del pueblo de México…  no le pedimos una alianza, sino un acuerdo político donde el Presidente se comprometa con el pueblo, y nosotros a construir una verdadera transición democrática”.
Nadie le pide a AMLO y a sus biógrafos zalameros voluntarios a desmentirse de sus propios dichos, ni a que aclare una y otra vez por qué ahora no pide este gran acuerdo de salvación nacional, pero sin duda, hoy el principal líder opositor podría contribuir no sólo a destensar el ambiente político y social, sino a ser un constructor de la red de que le permita la caída sin riesgos a ese gran avión llamado México.
Claro, es mucho pedir, es demasiado pedirle a una clase política que no entiende el descontento de sus gobernados. 

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